Violencia de género y denuncias falsas
Vaya por delante que, como no podría ser de otro modo, mantengo sin resquicio de duda, que los delitos de violencia de género son una lacra que hay que erradicar. También adelanto que soy partidaria de que, lo mismo que sucede con el resto de delitos tipificados en el Código Penal, la pena que conlleva su comisión tendría que ser idéntica, independientemente del sexo de la víctima y del autor. El hecho de que sea muchísimo más frecuente que las víctimas de este tipo de delito sean mujeres (esto no admite discusión), ello no puede conllevar un tratamiento distinto, ni la imposición de una pena más grave para el autor de la conducta tipificada por el hecho de ser éste varón. Dicho lo cual, paso a lo que constituye el objeto de mi reflexión.
A medida de que desafortunadamente se multiplican las noticias relacionadas con este tipo de delitos, se incrementa la desazón de los particulares anónimos, tanto hombres como mujeres, frente a posibles denuncias falsas relacionadas con los mismos. Denuncias que algunas personas, generalmente del sexo femenino por ese tratamiento favorable al que hacíamos referencia anteriormente, adoleciendo absolutamente de escrúpulos, proceden a interponer haciendo un flaco favor al resto de víctimas de tan execrables actos.
Hace unos días se mantenía una acalorada discusión en las redes sociales al respecto y los partícipes en la misma manifestaban su preocupación por esas denuncias que, aún siendo falsas, abren de forma inmediata unos protocolos gravemente lesivos para los derechos del que, siendo inocente, se ve de pronto detenido, alejado de su domicilio y de sus hijos, sometido al escarnio público e incurso en un procedimiento penal, en algunas ocasiones por el simple capricho de su pareja o por motivos de venganza.
Esas personas (no importa el sexo) que, aprovechándose de la especial protección que les confiere la ley como consecuencia del desasosiego que justificadamente sufre la sociedad, no pueden quedar impunes.
Para ello tenemos en el Código Penal el artículo 456.1 en el que se castiga precisamente “a los que, con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad, imputaren a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal”. Dicho delito puede conllevar pena de prisión de hasta dos años y multas graves.
Desde nuestro despacho, hemos llevado recientemente un procedimiento de estas características. Un procedimiento por denuncia falsa de maltrato en el ámbito familiar que se resolvió por Sentencia de 2 de Marzo de 2017 en el Juzgado de lo Penal nº2 de León, confirmada por nuestra Audiencia Provincial y por el que se impuso a la denunciante una multa de 2.160 euros, además de las costas de la acusación (lo cual supone que al menos la víctima de la falsa denuncia no ha tenido que gastar nada para defender su inocencia). Puede parecernos una pena insuficiente, pero es un principio y desde luego, convendrán conmigo, que es mucho mejor que cruzarse de brazos y permitir que este tipo de conductas queden impunes en detrimento tanto del interés del particular injustamente denunciado, como del resto de la sociedad.
Mº del Rosario Sánchez Gago.
Socia de SGVG Abogados y especialista en Derecho penal.
